25/08/2025
El merengue es una de esas preparaciones mágicas en la repostería que, con tan solo dos ingredientes básicos, claras de huevo y azúcar, puede transformarse en una nube de dulzura, estable y brillante. Su versatilidad lo convierte en la estrella de innumerables postres, desde pavlovas etéreas hasta el relleno celestial de una tarta de limón o, como exploraremos hoy, la corona de unas espectaculares milhojas. Aunque su elaboración puede parecer intimidante, dominar la técnica está al alcance de todos. En este artículo, desvelaremos los secretos para conseguir un merengue perfecto, explorando las variantes más populares y guiándote paso a paso para que puedas crear postres dignos de la más alta pastelería en tu propia cocina.

Entendiendo el Merengue: Tipos y Características
No todos los merengues son iguales. Dependiendo del método de preparación y el momento en que se incorpora el azúcar, obtenemos texturas y estabilidades diferentes, cada una ideal para un propósito específico. Conozcamos los tres tipos principales:
- Merengue Francés: Es el más básico y rápido de hacer. Se baten las claras a punto de nieve y se añade el azúcar (generalmente granulada o glas) poco a poco. Es el menos estable de los tres, ideal para hornear inmediatamente en forma de suspiros o como base para macarons.
- Merengue Suizo: Este merengue se prepara calentando las claras y el azúcar al baño maría, sin dejar de remover, hasta que el azúcar se disuelva por completo (alrededor de 60-70°C). Luego, se retira del fuego y se bate a alta velocidad hasta que la mezcla se enfríe y forme picos firmes y brillantes. Es más denso y estable que el francés, perfecto para decoraciones y coberturas.
- Merengue Italiano: Considerado el más estable y seguro de todos, ya que las claras se cocinan con un almíbar caliente. Se prepara vertiendo un almíbar a punto de bola (118-121°C) en forma de hilo sobre las claras previamente montadas. Es ideal para coberturas que no se hornean, como la tarta de limón merengada, o como relleno estable para postres como las milhojas.
Tabla Comparativa de Merengues
| Característica | Merengue Francés | Merengue Suizo | Merengue Italiano |
|---|---|---|---|
| Preparación | En frío, batiendo claras y añadiendo azúcar. | Calentando claras y azúcar al baño maría antes de batir. | Añadiendo almíbar caliente a las claras montadas. |
| Estabilidad | Baja | Media-Alta | Muy Alta |
| Textura | Ligera y aireada | Densa y sedosa | Brillante y muy firme |
| Uso Ideal | Suspiros, macarons, bases horneadas. | Decoraciones con manga, coberturas, buttercream. | Coberturas sin hornear, mousses, rellenos. |
Receta Detallada: Merengue Italiano Perfecto
Este merengue es la elección predilecta para las milhojas por su increíble estabilidad y su textura sedosa que no se baja con el tiempo. ¡Vamos a prepararlo!
Ingredientes:
- 4 claras de huevo (aproximadamente 125 g)
- 400 g de azúcar
- 150 ml de agua
Pasos a seguir:
- Preparar el Almíbar: En un cazo, coloca 300 g de azúcar y los 150 ml de agua. Llévalo a fuego medio. No remuevas con cuchara, simplemente puedes girar el cazo suavemente si es necesario. Deja que hierva hasta que alcance el punto de bola blanda, que corresponde a unos 118°C en un termómetro de cocina. Si no tienes termómetro, un truco es introducir un tenedor: las gotas deben caer lentamente, formando un hilo fino.
- Montar las Claras: Mientras el almíbar se calienta, pon las claras de huevo en el bol de una batidora eléctrica. Asegúrate de que el bol y las varillas estén completamente limpios y sin restos de grasa. Comienza a batir a velocidad media.
- Añadir el Resto del Azúcar: Cuando las claras empiecen a formar espuma y estén blanquecinas (casi a punto de nieve), añade los 100 g de azúcar restantes poco a poco, sin dejar de batir. Sube la velocidad y continúa hasta que se formen picos suaves.
- Incorporar el Almíbar: Una vez que el almíbar haya alcanzado la temperatura correcta, retíralo del fuego. Con la batidora a velocidad media-baja, vierte el almíbar muy lentamente, en forma de un hilo fino y continuo, sobre las claras. Procura que el hilo caiga por el borde del bol para evitar que salpique o se solidifique en las varillas.
- Batir hasta Enfriar: Una vez incorporado todo el almíbar, sube la velocidad de la batidora al máximo y sigue batiendo sin parar. El merengue estará listo cuando el bol se haya enfriado por completo al tacto y el merengue forme picos firmes, brillantes y sostenidos. Al voltear el bol, el merengue no debe moverse.
Aplicación Magistral: Milhojas de Crema y Merengue
Ahora que dominas el merengue, vamos a usarlo para construir un postre clásico y elegante. La combinación del hojaldre crujiente, la suavidad de la crema pastelera y la dulzura etérea del merengue es simplemente irresistible.

Componente 1: El Hojaldre Crujiente
Puedes usar planchas de hojaldre de buena calidad compradas en el supermercado para ahorrar tiempo. Para hornearlo a la perfección:
- Precalienta el horno a 200°C.
- Extiende la plancha de hojaldre sobre una bandeja con papel de hornear.
- Pincha toda la superficie con un tenedor. Esto evitará que se infle de manera irregular.
- Para un resultado extra plano, coloca otra hoja de papel de hornear encima y ponle peso, como otra bandeja de horno o garbanzos secos.
- Hornea durante unos 15-20 minutos, o hasta que esté dorado y completamente cocido. Retira el peso en los últimos minutos para que se dore la superficie. Deja enfriar por completo sobre una rejilla.
Componente 2: La Crema Pastelera Sedosa
Ingredientes:
- 350 ml de leche entera
- 4 yemas de huevo
- 80 g de azúcar
- 35 g de maicena
- Piel de un limón o una vaina de vainilla
- 35 g de mantequilla sin sal
Preparación:
- Calienta la leche en un cazo con la piel de limón o la vainilla, sin que llegue a hervir.
- Mientras tanto, en un bol, bate las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y estén cremosas. Añade la maicena tamizada y mezcla bien hasta que no haya grumos.
- Retira la piel de limón o la vainilla de la leche. Vierte la leche caliente poco a poco sobre la mezcla de yemas, removiendo constantemente para que no se cuajen.
- Devuelve toda la mezcla al cazo y cocina a fuego medio-bajo, sin dejar de remover con unas varillas, hasta que la crema espese.
- Retira del fuego, añade la mantequilla y mezcla hasta que se integre. Vierte la crema en un recipiente, cúbrela con film transparente a piel (tocando la superficie para que no cree costra) y déjala enfriar en la nevera.
Montaje Final de las Milhojas
- Una vez que todos los componentes estén fríos, corta las planchas de hojaldre en rectángulos iguales.
- Coloca una base de hojaldre. Con una manga pastelera o una espátula, extiende una capa generosa de crema pastelera.
- Cubre con otra capa de hojaldre.
- Ahora, extiende una capa gruesa (de unos 3 cm) de tu merengue italiano recién hecho.
- Coloca la última capa de hojaldre encima. Puedes espolvorear la superficie con azúcar glas y decorar con unas líneas de canela en polvo para un acabado clásico.
- Refrigera durante al menos una hora antes de servir. Esto ayudará a que las capas se asienten y sea más fácil de cortar con un cuchillo de sierra.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
- ¿Por qué mi merengue queda líquido y no monta?
- Las causas más comunes son: presencia de grasa o yema en las claras o en los utensilios (bol, varillas), claras de huevo demasiado frías, o añadir el azúcar demasiado rápido en el merengue francés. La limpieza absoluta es crucial.
- ¿Cuál es el secreto para un hojaldre perfectamente plano?
- El truco es pincharlo bien y hornearlo con peso encima, como se describe en la receta. Esto controla la expansión de las capas y garantiza una base crujiente y uniforme.
- ¿Puedo hacer el merengue suizo en lugar del italiano para las milhojas?
- Sí, absolutamente. El merengue suizo también es muy estable y delicioso. Es una excelente alternativa si te intimida la preparación del almíbar caliente.
- ¿Cómo conservo las milhojas?
- Las milhojas están en su mejor momento el día que se preparan, ya que el hojaldre tiende a ablandarse con la humedad de los rellenos. Guárdalas en la nevera en un recipiente hermético y consúmelas en un máximo de 24-48 horas para disfrutar de su textura crujiente.
Crear un postre como las milhojas desde cero es un acto de amor y paciencia, pero el resultado es una recompensa inigualable. Dominar el arte del merengue te abrirá las puertas a un universo de posibilidades en la repostería. ¡No temas experimentar y disfruta del dulce proceso de crear algo espectacular!
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