Pastel de Espinacas y Ricotta: Receta Fácil

El pastel de espinacas y ricotta es uno de esos clásicos atemporales que nunca fallan. Ya sea como protagonista de un brunch, un aperitivo elegante en una reunión con amigos, o una cena ligera y reconfortante, esta tarta salada conquista paladares por su sencillez y su exquisita combinación de sabores. La suavidad y cremosidad del queso ricotta se entrelaza a la perfección con el sabor terroso y fresco de las espinacas, todo ello envuelto en una masa que, si seguimos los pasos correctos, quedará perfectamente crujiente. Olvídate de las bases húmedas y los rellenos insípidos; con esta guía definitiva, te convertirás en un maestro de esta receta, logrando un resultado espectacular con ingredientes sencillos y económicos.

Más allá de su delicioso sabor, una de las grandes ventajas de este pastel es su increíble versatilidad. Se puede disfrutar tanto caliente, recién salido del horno, como frío al día siguiente, lo que lo convierte en una opción ideal para preparar con antelación. Acompáñame en este recorrido culinario donde desvelaremos todos los secretos para que tu pastel de espinacas y ricotta sea, simplemente, perfecto.

¿Por Qué Amarás Esta Receta?

Antes de ponernos manos a la masa, déjame contarte por qué esta receta se convertirá en una de tus favoritas:

• Fácil de Preparar: Aunque su apariencia es sofisticada, los pasos son muy sencillos y aptos para cocineros de todos los niveles.
• Ingredientes Accesibles: No necesitas buscar en tiendas especializadas. Espinacas, ricotta y huevos son la base de este manjar.
• Increíblemente Versátil: Sírvelo en porciones pequeñas como aperitivo, o en una porción más grande con una ensalada para una comida completa.
• Sabor Equilibrado: La combinación del relleno cremoso con la base crujiente crea una experiencia sensorial única.
• Perfecto para Preparar con Antelación: Puedes hornearlo el día anterior y estará igual de delicioso, ¡o incluso más!

Ingredientes Esenciales

Para un molde de aproximadamente 22-24 cm de diámetro, necesitarás los siguientes ingredientes. Te damos notas para que elijas los mejores.

• Para la Masa: 1 lámina de masa quebrada o de hojaldre (refrigerada o congelada). También puedes hacerla casera si te animas.
• Para el Relleno:
  • Espinacas: 500 gramos de espinacas frescas o 300 gramos de espinacas congeladas.
  • Queso Ricotta: 250 gramos. Procura que sea de buena calidad y escúrrelo bien para eliminar el exceso de suero.
  • Huevos: 2 huevos grandes (tamaño L).
  • Queso Parmesano: 50 gramos, recién rallado. Aporta un punto de sabor salado y umami inconfundible.
  • Ajo: 1 diente de ajo pequeño, finamente picado (opcional, pero muy recomendable).
  • Nuez Moscada: Una pizca, recién rallada. Es el condimento secreto que realza el sabor de las espinacas y los lácteos.
  • Sal y Pimienta Negra: Al gusto.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra: 1 cucharada.

Preparación Paso a Paso: El Camino Hacia el Pastel Perfecto

Sigue estos pasos con atención y el éxito estará garantizado. La clave está en preparar la base y el relleno de forma adecuada para evitar el temido "fondo húmedo".

Paso 1: Preparar la Base

1. Precalienta el horno: Enciende el horno a 190°C (375°F) con calor arriba y abajo.
2. Forra el molde: Extiende la lámina de masa sobre tu molde para tarta, presionando suavemente para que se ajuste bien a la base y los bordes. Recorta el exceso de masa que sobresalga.
3. Pincha la base: Con un tenedor, pincha toda la superficie de la base. Esto evitará que se infle durante el horneado.
4. Horneado en blanco: Cubre la masa con un trozo de papel de horno y coloca encima legumbres secas (garbanzos, lentejas) o bolas de cerámica para hornear. Esto se conoce como "hornear en blanco" y es el gran secreto para una base crujiente. Hornea durante 15 minutos. Pasado ese tiempo, retira el papel y los pesos, y hornea por 5-7 minutos más, hasta que la base esté ligeramente dorada. Reserva.

Paso 2: Cocinar el Relleno

1. Prepara las espinacas: Si usas espinacas frescas, lávalas bien y saltéalas en una sartén grande con una cucharada de aceite de oliva y el ajo picado hasta que se ablanden y reduzcan su volumen. Si usas espinacas congeladas, descongélalas completamente.
2. ¡El paso más importante!: Una vez cocinadas (o descongeladas), coloca las espinacas en un colador y presiona con una cuchara o con las manos para escurrir TODO el exceso de agua. Este paso es fundamental para que el relleno no quede aguado. Pícalas finamente.
3. Mezcla los ingredientes: En un bol grande, bate los huevos. Añade el queso ricotta bien escurrido, el queso parmesano rallado, las espinacas picadas, la nuez moscada, la sal y la pimienta negra. Mezcla todo muy bien hasta obtener una preparación homogénea y cremosa.

Paso 3: Montaje y Horneado Final

1. Rellena la tarta: Vierte la mezcla de espinacas y ricotta sobre la base de masa prehorneada y distribúyela de manera uniforme con una espátula.
2. Hornea: Introduce el pastel en el horno, manteniendo la temperatura a 190°C. Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que el relleno esté firme al tacto y la superficie comience a dorarse ligeramente.
3. Reposo: Una vez horneado, saca el pastel del horno y déjalo reposar en el molde durante al menos 10 minutos antes de desmoldar y servir. Este reposo ayuda a que el relleno se asiente y sea más fácil de cortar.

Tabla Comparativa de Masas para tu Pastel

La elección de la masa puede cambiar la textura y el carácter de tu pastel. Aquí te presentamos una comparativa para que elijas tu preferida.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Puedo añadir otros ingredientes al relleno?

¡Por supuesto! Este pastel es muy versátil. Puedes añadir piñones tostados para un toque crujiente, trocitos de bacon o panceta para un sabor ahumado, champiñones salteados o incluso tomates secos en aceite bien escurridos y picados. ¡Experimenta!

¿Cómo puedo almacenar el pastel sobrante?

Una vez que el pastel esté completamente frío, puedes guardarlo en el refrigerador, bien cubierto con film transparente o en un recipiente hermético, durante 3-4 días. Se puede comer frío directamente de la nevera o recalentarlo unos minutos en el horno o microondas.

¿Se puede congelar el pastel de espinacas y ricotta?

Sí, se congela bastante bien. Puedes congelarlo entero o en porciones. Envuélvelo primero en film transparente y luego en papel de aluminio. Para consumirlo, déjalo descongelar en el refrigerador durante la noche y luego caliéntalo en el horno a 160°C hasta que esté caliente por dentro.

Mi ricotta parece muy líquida, ¿qué hago?

Si notas que tu ricotta tiene mucho suero, colócala en un colador fino con una gasa o filtro de café durante al menos 30 minutos en el refrigerador antes de usarla. Esto drenará el exceso de líquido y asegurará un relleno mucho más cremoso y estable.