Tortilla Ceremonial: El Tesoro Sagrado de Guanajuato

20/02/2021

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En el corazón de México, en la fértil región del Bajío de Guanajuato, existe un tesoro culinario que trasciende el simple acto de comer para convertirse en un vehículo de historia, fe y arte. Hablamos de la Tortilla Ceremonial, una manifestación gastronómica única, de profundas raíces Otomíes, que hoy en día sigue viva gracias a las manos de mujeres artesanas en municipios como Comonfort y Celaya. No es una tortilla común; es un lienzo de masa de maíz estampado con símbolos sagrados, una ofrenda comestible que narra historias de resistencia y devoción.

¿Qué es la tortilla ceremonial?
Ésta, es de origen Otomí y su actual elaboración, es una forma de promocionar la gastronomía del estado. La Tortilla Ceremonial, es considerada única en la zona bajío de Guanajuato. En los municipios de Comonfort y Celaya, artesanas las elaboran y venden al público.

A simple vista, lo que captura la atención es su belleza. Sobre la superficie dorada del maíz, un delicado sello de color morado o rojizo plasma imágenes llenas de significado. Pero detrás de esa estampa se esconde un legado cultural invaluable, una técnica ancestral y una historia que merece ser contada. Acompáñanos a desentrañar los misterios de esta joya de la gastronomía guanajuatense.

Índice de Contenido

¿Qué es Exactamente la Tortilla Ceremonial?

La Tortilla Ceremonial es una tortilla de maíz, generalmente elaborada a mano, que se distingue por llevar impreso un diseño o sello. Esta no es una decoración cualquiera; se trata de una práctica ancestral del pueblo Otomí que se ha conservado principalmente en comunidades del estado de Guanajuato. Cada tortilla se convierte en un mensaje, una plegaria o una celebración.

A diferencia de la tortilla de consumo diario, que es un pilar fundamental de la alimentación en todo México, la ceremonial se reserva para momentos especiales: fiestas patronales, bodas, bautizos, funerales y otras celebraciones importantes para la comunidad. Su elaboración es un ritual en sí mismo, un acto de dedicación que conecta a las generaciones presentes con sus antepasados.

El Arte del Sello: Madera de Mezquite y Tinta de Muicle

El corazón de esta tradición reside en dos elementos clave: el sello y la tinta. Los sellos, conocidos también como marcadores o pintaderas, son verdaderas obras de arte popular. Son tallados a mano por artesanos locales en bloques de madera de mezquite, un árbol robusto y muy significativo en la región. El diseño se talla en alto relieve, de manera que al presionarlo sobre la tortilla, deja una impresión clara y definida.

Los motivos de los sellos son variados y están cargados de simbolismo. Pueden representar:

  • Símbolos religiosos: Cruces, imágenes de santos patrones como San Antonio o el santo de la comunidad, cálices y otros elementos de la fe católica.
  • Elementos de la naturaleza: Animales de la región, flores, el sol o la luna, que conectan con la cosmovisión prehispánica.
  • Símbolos cívicos: En algunas ocasiones, se puede encontrar incluso el águila nacional, representando la identidad mexicana.

La tinta que da color a estos diseños es completamente natural y comestible. Se obtiene de una planta llamada muicle (Justicia spicigera). Para prepararla, las ramas y hojas de la planta se asan ligeramente en el comal y luego se ponen a hervir en agua. El resultado es un líquido de un intenso color morado o violáceo. La artesana impregna el sello de madera en esta tinta y luego lo presiona con cuidado sobre la tortilla cruda, justo antes de ponerla a cocer en el comal. Durante la cocción, la tinta se fija y el diseño queda permanentemente grabado en la tortilla.

Un Legado de Fe y Resistencia: Historia Profunda

El origen de la Tortilla Ceremonial es prehispánico, ligado a los rituales del pueblo Otomí. Sin embargo, su historia tomó un giro dramático y significativo durante el siglo XX. Según relatan las guardianas de esta tradición, como Jinna Herrera de la Cooperativa “Flores del Viento” en la comunidad de Ojo Seco, Celaya, esta práctica se fortaleció como un acto de resistencia durante la Guerra Cristera (1926-1929).

En esa época de conflicto religioso, la exhibición pública de símbolos católicos era perseguida y castigada. La gente de fe encontró en la tortilla una forma clandestina y silenciosa de mantener vivas sus creencias. A escondidas, en la intimidad de sus cocinas, las mujeres estampaban sus tortillas con cruces y santos. Estas tortillas no se vendían, se regalaban entre familias como un símbolo de apoyo mutuo y de perseverancia en la fe. Era un acto de comunión y resistencia pacífica, un alimento para el cuerpo y para el espíritu en tiempos de tribulación. Lamentablemente, durante esta persecución, muchos de los sellos más antiguos y elaborados se perdieron, pero la tradición oral y la práctica familiar lograron mantenerla viva hasta nuestros días.

Comparativa: Tortilla Común vs. Tortilla Ceremonial

Para entender mejor la singularidad de esta pieza gastronómica, veamos una comparación directa con la tortilla que conocemos en el día a día.

¿Qué es la tortilla ceremonial?
Ésta, es de origen Otomí y su actual elaboración, es una forma de promocionar la gastronomía del estado. La Tortilla Ceremonial, es considerada única en la zona bajío de Guanajuato. En los municipios de Comonfort y Celaya, artesanas las elaboran y venden al público.
CaracterísticaTortilla ComúnTortilla Ceremonial
AparienciaLisa, sin marcas distintivas.Decorada con un sello en relieve de color morado.
IngredientesMaíz nixtamalizado, agua y sal.Maíz nixtamalizado, agua, sal y tinta de muicle.
OrigenGeneral en toda Mesoamérica.Específico de la cultura Otomí en el Bajío de Guanajuato.
Uso y FrecuenciaDiario, como base de la alimentación.Festivo, reservado para ocasiones y ceremonias especiales.
SimbolismoAlimento fundamental, sustento.Símbolo de fe, comunidad, celebración y herencia cultural.

Viviendo la Experiencia: Turismo y Gastronomía en Ojo Seco

Hoy, la Tortilla Ceremonial no es solo un vestigio del pasado; es un motor de desarrollo cultural y turístico. Cooperativas como “Flores del Viento” en Ojo Seco, Celaya, se han organizado para preservar y promocionar esta tradición. Ofrecen a los visitantes una experiencia inmersiva donde no solo pueden probar las tortillas, sino también aprender sobre su historia y el proceso de elaboración de la mano de las propias maestras artesanas.

Estos recorridos turísticos organizados permiten a los viajeros disfrutar de una comida completa con platillos típicos de la comunidad. Uno de los manjares que suelen ofrecer es el chile negro con carne de puerco, un guiso especial que tradicionalmente solo se preparaba los domingos y que ahora comparten con quienes los visitan. Es una oportunidad única para conectar con la cultura local de una manera auténtica y deliciosa.

Preguntas Frecuentes sobre la Tortilla Ceremonial

¿La tinta de la tortilla ceremonial es comestible?

Sí, es 100% comestible y natural. Se elabora a partir de la planta de muicle, que además de colorante, en la herbolaria tradicional mexicana se le atribuyen propiedades medicinales. Su sabor es muy sutil y no altera significativamente el gusto del maíz.

¿Dónde puedo probar la auténtica tortilla ceremonial?

Los mejores lugares para encontrarla son los municipios de Comonfort (reconocido como Pueblo Mágico) y Celaya, en el estado de Guanajuato. Se recomienda buscar a las cooperativas de artesanas locales, como la de la comunidad de Ojo Seco, para vivir la experiencia más auténtica.

¿Puedo hacer tortillas ceremoniales en casa?

El principal desafío sería conseguir tanto un sello de madera de mezquite tallado a mano como la planta de muicle. Si bien la técnica de estampado es sencilla, la verdadera magia reside en los materiales y el conocimiento transmitido por generaciones.

¿Qué significa el color morado?

En muchas culturas, el color morado se asocia con la espiritualidad, la realeza y la penitencia. En el contexto católico, es un color prominente durante la Cuaresma y el Adviento. Su uso en la tortilla ceremonial refuerza su carácter sagrado y ritual.

En definitiva, la Tortilla Ceremonial es mucho más que un alimento. Es una crónica comestible, una obra de arte efímera que encapsula la identidad, la resiliencia y la espiritualidad del pueblo Otomí de Guanajuato. Cada bocado es un acto de preservación cultural, un homenaje a las mujeres que, con sabiduría y devoción, han mantenido viva esta llama a través de los siglos.

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